Es común que cuando visitamos a los clientes y nos cuentan el brief, problema o situación nos despidamos y nos digan algo como: "Gracias por venir. Ahora váyanse a hacer lo suyo, que a nosotros no se nos da eso de inventar muñequitos ni historias. No somos creativos".
Parece una frase inocente, pero hay varios detalles que analizar.
Primero, la parte del ego (jaja), es algo que nos gusta escuchar porque quiere decir que estamos haciendo bien nuestro trabajo; les gustan los conceptos que creamos.
Segundo es que eso no es cierto, todos, absolutamente todos somos creativos. Algunos más en unas áreas que en otras. Pero sin importar lo que hagamos, nuestro trabajo demanda creatividad y lo hacemos todos los días sin darnos cuenta. Es una habilidad intrínseca al ser humano. Continuamente estamos buscando nuevas formas de hacer las cosas, enfrentar crisis o resolver problemas.
Tercero, y esto en defensa del trabajo de muchos creativos, no inventamos historias y muñecos sin sentido. Alrededor de esto, siempre está el chiste del porro o algo mágico que nos dispare las ideas. Pero eso está lejos de la verdad; existe un proceso creativo asociado a estrategia y problemática que usamos de guía y orientación mientras trabajamos para llegar a un resultado congruente, eficiente y que permita a nuestros clientes resolver la problemática. En realidad, son horas de vuelo, encierro, pizza y muchos cafés lo que nos permite crear soluciones que satisfagan a nuestros clientes. La creatividad, es cómo ir al gimnasio o un entrenamiento; se tiene que ejercitar e incentivar cada día. Si no nos renovamos, nos quedamos obsoletos.
Cuarto y último, la creatividad es la capacidad para inventar o crear. PUNTO. Nunca se especifica en qué ámbito, ni si debe ser colorido o tiene personajes. Por ende, cualquier persona que invente un proceso nuevo, que agilice una metodología, que fusione ideas para crear mejores condiciones laborales o logre bajar costos; está haciendo uso de su capacidad creativa o creatividad. Debemos incentivar la creatividad laboral; debe ser un valor clave en los ambientes laborales de hoy.
Vemos que en muchas empresas, se considera la innovación como un valor. La creatividad antecede a la innovación. Primero se crea o inventan nuevas formas. Después, por medio de la innovación, se ponen en práctica. Acorde con Fundación Creativa para la Creativación
“La creatividad es pensar en ideas nuevas y apropiadas, mientras que la innovación es la aplicación con éxito de las ideas dentro de una organización. En otras palabras, la creatividad es el concepto y la innovación es el proceso “.
Esto se traduce de forma simple y clara en que si lo creativo se puede hacer es innovar, si no se puede hacer, es solo una idea.
Ahora, hablando en un plano 100% personal y que percibo en mi entorno y cultura, en México se cree que la creatividad es cosa de los artistas y la innovación de los ingenieros. Teniendo esta perspectiva simplista, nos estamos limitando como seres humanos y como sociedad al momento de enfrentar cualquier tipo de adversidad. Debemos saber que todos tenemos la capacidad de ser creativos, y ser conscientes de cuándo la estemos poniendo en práctica. Cada cosa que hacemos diferente en nuestra rutina laboral, atajos, trucos y metodologías para facilitarnos el trabajo; es un reflejo de nuestra creatividad. Compartámosla e intercambiémosla con nuestros compañeros para crecer juntos.
Te invitamos a reflexionar en tu rutina, ver que haces diferente el día de hoy a cuando empezaste en tu trabajo y verás que hay miles de detalles que has cambiado de forma gradual para ser más eficiente. Eso es creatividad que has convertido en innovación. Eso es lo que hace que tu trabajo tenga tu sello y sea diferente al de alguien más.
Ejercita tu mente y creatividad diario. Con temas de tu área y con todos los temas diversos que puedas. Nunca sabes de dónde vendrá la inspiración. Recuerda la anécdota de Steve Jobs y la caligrafía.
Crea. Innova. Entrena. Repite.